Si tienes suelo laminado y se ha deteriorado en algún lugar, no te preocupes: es posible repararlo. Además, es un procedimiento muy sencillo. Son muchas las formas en las que se puede dañar el suelo, por ejemplo, manchas, desprendimiento de una parte, arañazos, entre otras.
El uso diario suele ocasionar diferentes afecciones al suelo, sobre todo si se encuentra en un sitio muy transitado, como puede ser en un local comercial o si está colocado en la cocina y ocurre algún accidente común allí.
Una de las principales características por las que destaca este tipo de modelo de suelo laminado es por su resistencia. A pesar de ser una de las opciones más económicas, sus fabricantes se han dedicado a elaborarlos con la mayor calidad posible y así sus usuarios no tendrán que repararlos con frecuencia.
Cómo reparar el suelo laminado
El suelo laminado es realmente beneficioso para quienes les gusta lo práctico y con buena apariencia. También, es sencillo de instalar, así como de mantener y reparar en caso de que haga falta. Por ello te mostraremos cómo arreglarlo en diferentes casos:
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Una lámina rota
Si el problema está en que se ha roto una lámina, ya sea porque se ha despegado por completo o porque una gran parte de ella se partió, la solución más eficaz será suplantarla por completo. Es muy sencillo, solo debes cortarla con mucha delicadeza y colocar la nueva.
En este punto es fundamental conocer el tipo de instalación que se haya utilizado para colocar el suelo, es mucho más sencillo hacer esta reparación con sistema click. Aquí es donde radica la importancia de seleccionar una buena marca de suelos.
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Rayaduras
Las rayaduras pueden aparecer en el suelo por distintas razones: por movilizar grandes muebles, por un desnivel en alguna puerta o simplemente por el uso cotidiano.
Existen masillas con las que estas rayaduras, e incluso grietas, pueden rellenarse y así podrán tener la apariencia de antes. Estas vienen en diferentes colores para que puedas adquirir la que le vaya mejor a tu suelo.
Es muy sencillo hacerlo, únicamente procura tener el área a reparar limpia y seca. Con una espátula y con mucha cautela coloca la masilla en el lugar exacto y procura que quede bien nivelada. Por último frota con un trapo y espera hasta que seque por completo.
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Levantamiento
Este tipo de reparación, aunque no es muy frecuente si la instalación se ha realizado correctamente, puede suceder por diversas razones. Si se ha hinchado alguna parte del suelo, debes actuar rápidamente.
De igual manera que cuando se rompe una lámina es necesario retirar la parte afectada, solamente la lámina a la que esto le suceda. Aunque también dependerá de la causa que originó el levantamiento la manera en que se debe reparar.
Por ejemplo, si la causa es la humedad, entonces puedes retirar las láminas y esperar hasta que se encuentren secas de nuevo para volver a colocarlas. Sin embargo, esto no es recomendable si es un sitio donde la humedad es perenne. Aquí lo correcto sería instalar un suelo apto para esta condición.
Si se ha levantado por el movimiento de muebles pesados, puedes suplantarlas o simplemente colocarlas de nuevo. Si la instalación ha sido buena, no habrá más problemas, solo debes evitar volver a hacerlo.
En algunos casos, el suelo puede ser de excelente calidad y adaptable a las condiciones de humedad. Pero si la instalación no fue la más apropiada, la recomendación es consultar a un experto que pueda mejorar dichas imperfecciones.
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Manchas
Si en tu caso, tus láminas tienen manchas indeseadas, también hay soluciones para ello. Es normal preguntarnos cómo limpiar y mantener el suelo laminado, y para un cuidado cotidiano es un procedimiento bastante sencillo. Sin embargo, para las manchas puede resultar un poco más específico.
Existen productos concentrados que se encargan de las manchas difíciles, recordando que por ser suelos laminados no pueden tratarse de corrosivos, ya que convertirías esto en algo peor.
Los concentrados con PH neutro son los recomendados para suelos laminados, así no pondrás en riesgo el material. Solo debes seguir las indicaciones del mismo y en algunos casos disolverlos con agua para hacer una prueba y comprobar que es el indicado.
Mantenimiento del suelo laminado
Se ha mencionado en repetidas veces las ventajas del suelo laminado como que es muy fácil de instalar y, por ende, también de mantener. Si recientemente has reparado tu suelo o lo has instalado por primera vez, debes mantenerlo correctamente para que estos accidentes no ocurran.
- La limpieza continua del suelo es fundamental. Además, con este tipo de material es muy sencillo realizarla.
- Evitar la movilización de objetos pesados por el espacio donde se ha colocado el suelo. En caso de que sea inevitable, puedes colocar cartones o telas resistentes entre el mueble y el suelo, así no ocasionarán rayaduras.
- Si piensas colocarlo en un sitio con condiciones particulares, como el baño o la cocina, es recomendable que evalúes bien las características del suelo y que este sea hidrófugo.
- En caso de que un bote de agua cause el levantamiento, lo mejor es repararlo y sacar las láminas para tener la certeza de que están secas. De este modo no se levantará más adelante.
- Si es un lugar muy transitado, como un local comercial, entonces es recomendable colocar alfombras de buena calidad para que se limpien las suelas de los zapatos y de esta forma evitar el roce.
El mantenimiento de este tipo de suelos es de suma importancia, independientemente de las razones por las que haya ocurrido el daño. De igual manera, antes de instalar un suelo laminado, lo mejor es optar por las mejores marcas.
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